Segunda Parada Su navegador no soporta elemento de audio. Descargar audio (Archivo rar) Maderas que hablan guaraní: Arte Misionero La segunda parada en esta aventura que hemos iniciado es la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, cuyo edificio actual comienza a construirse en 1852. Por sus valores sociales, histórico-culturales y arquitectónicos, fue declarada Monumento Histórico Nacional. A la derecha del templo podemos apreciar una gruta de piedras semipreciosas del país, con la Virgen de Lourdes. Leer más Pero la razón principal por la que nos encontramos aquí es porque alberga una Virgen y Campanas Misioneras traídas por el Gral. Rivera en una fecha cercana a 1830. Pero hagamos un poco de historia para comprender mejor estos ejemplos de arte religioso. Los Jesuitas llegaron a América en el siglo XVII e iniciaron su actividad creando reducciones muchas de las cuales se transformaron en importantes ciudades. En pocos años, llegaron a crear 30 pueblos, en donde los guaraníes, que ya empezaban a practicar la agricultura, terminaron de adoptar el sedentarismo. Las Misiones Orientales eran los siete pueblos fundados al este del río Uruguay. Previo a la firma del “Tratado Preliminar de Paz”, que dejaba en poder del Brasil las Misiones Orientales, el Gral. Fructuoso Rivera y su ejército luchaban por recuperar las Misiones. Con la firma del tratado, los guaraníes que las habitaban fueron forzados a exiliarse y aquellos que habían colaborado con los rioplatenses decidieron llevarse todo lo que tuviera algún valor económico y espiritual: ganado, documentos, ornamentos sagrados de los templos, etc. Acompañado por gran cantidad de indígenas el Gral. Rivera fundó en 1929 la ciudad de Bella Unión, oficialmente llamada Santa Rosa del Cuareim, en el actual departamento de Artigas. Y en su paso por Salto, dejó dos campanas. Una de ellas proviene del pueblo de San Nicolás, fabricada en 1686 y la otra del pueblo de San Carlos, fabricada en 1715. Son las mismas que hoy cantan en el templo. La tradición oral también asigna al Gral. Rivera la presencia de esta Virgen Misionera. Esta antiquísima virgen, formó parte de la devoción de los primeros habitantes del Salto Oriental y seguramente estuvo en la Capilla Vieja. Acerca de la imaginería religiosa misionera Tanto los testimonios históricos como las manifestaciones artísticas materiales que se han conservado hasta nuestros días atestiguan que la arquitectura, la escultura, la pintura y la música ocuparon un lugar importante en la vida de las Reducciones. Pero en las misiones la obra artística tenía fines evangelizadores y dentro de la iconografía misionera lo importante era representar las imágenes cristianas para que sean fácilmente inteligibles. Con la mano de obra de indígenas varones seleccionados por los sacerdotes en cada pueblo y a partir de la venida de algunos jesuitas maestros artistas a las Misiones, se fabricaron por miles en todos los pueblos misioneros. Como muchos otros objetos, muchas de esas imágenes han perdurado en el tiempo continuando con sus funciones de culto originales muchas de ellas, como es el caso de esta Virgen frente a la que nos encontramos. El lapso ocurrido entre ese uso inicial y la actualidad encierra para todas ellas “historias de vida”, procesos de transformación. Las modificaciones y alteraciones aparecen vinculadas a diferentes causas: aserrado de partes, restauraciones de diversos tipos, quemaduras, etc. En este caso, se trata de una pintura totalmente diferente a la original. Las dimensiones de estas figuras varían; entre un metro y dos de altura, como en este caso que es una de las más grandes de nuestro país, fundamentalmente para ser colocadas en sitios de culto público; otras que oscilan entre los 0.60 y 0.40m de culto público o doméstico; y aquellas que solo tienen unos pocos centímetros, de uso personal. En cuanto a las representaciones un alto porcentaje corresponde a representaciones marianas -Inmaculada y Virgen con niño- como en este caso, le siguen: representaciones de Cristo, de santos y santas, y de ángeles en ese orden. Su distribución no es homogénea en el territorio. Se pueden perfilar dos grandes tendencias: las que se encuentran en ubicaciones geográficas vinculadas con el asentamiento de indígenas misioneros, como en esta Parroquia y las que se encuentran en colecciones privadas como en los departamentos de Montevideo y Maldonado. Esta Virgen Misionera estuvo guardada durante años hasta que en la reforma de 1955 el Padre Salesiano, Agustín Aschieri, restituyó al templo la antigua estatua misionera que se venera como símbolo de los orígenes históricos de Salto y de su innegable raíz religiosa.