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MURAL CAIF “NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO”

Por el hueco que dejaban ver los arboles un señor miro y mirando pensó.

 

Como nosotros, los árboles recuerdan.
Pero ellos no olvidan: van formando anillos en el tronco, y de anillo en anillo van guardando su memoria.
Los anillos cuentan la historia de cada árbol y delatan su edad, que en algunos casos llega a los dos mil años; cuentan qué climas conoció, qué inundaciones y sequías sufrió, y conservan las cicatrices de los incendios, las plagas y los temblores de tierra que lo han atacado.
Un día como hoy, un señor muy pero muy mayor recibió a unos niños muy pero muy chiquitos que le dieron una  mejor explicación posible:
-Los arbolitos van a su caif y aprenden a escribir. ¿Dónde escriben? En su panza. ¿Y cómo escriben? Con anillos. Y eso se puede leer.

Modificado por última vez enLunes, 11 Noviembre 2019 10:35